El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife y contador del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Manuel Ángel Galván, participó en la mesa redonda inaugural del VI Observatorio de la Sanidad.
El papel de la inteligencia artificial (IA) en el presente y futuro del sector sanitario fue el eje central de la mesa redonda de apertura del VI Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por El Español e Invertia bajo el título “Una nueva forma de entender la salud”.
En este foro, que reunió a destacados representantes del ámbito sanitario, participó Manuel Ángel Galván, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife y contador del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), junto a Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS; Juan Yermo, director general de FarmaIndustria; y Pablo Crespo, secretario general de Fenin.
Durante su intervención, Galván subrayó la necesidad de impulsar una “revolución integral” en el sistema sanitario, recordando la importancia de reforzar la prevención y los cribados en determinadas comunidades autónomas. Asimismo, defendió la necesidad de integrar a empresas, profesionales y ciudadanía en este proceso de transformación, destacando que “la gente también necesita más cercanía por parte de los profesionales”.
El debate coincidió en que la inteligencia artificial debe ser considerada un “compañero de viaje” que permite automatizar procesos y amplificar el conocimiento, liberando tiempo de los profesionales para reforzar la humanización de la atención sanitaria.
En este contexto, Manuel Ángel Galván valoró positivamente el anteproyecto de Ley de los Medicamentos, resaltando que después de dos décadas resulta necesario actualizar el marco normativo: “Hay que conciliar la eficiencia y la competitividad con la seguridad, la equidad y la universalidad de la prestación farmacéutica”.
Con aportaciones desde diferentes perspectivas, la mesa redonda reafirmó que el futuro del sistema sanitario pasa por un equilibrio entre innovación tecnológica y humanización del cuidado de la salud, un reto en el que la farmacia comunitaria juega un papel esencial como agente cercano a los pacientes.